—UNITÁ—

Unidos por los lazos que definen la humanidad y el “ser” HUMANO, descubrimos que la verdadera fuerza reside en nuestro vínculo.

La cooperación es la manera orgánica con la que opera la naturaleza.

Y de la misma forma tenemos que cultivar lo que nos une, nuestros anhelos, nuestras pasiones y trabajar incansablemente para empujar los límites más allá de lo establecido.

La verdadera fuerza no nace del individuo aislado, sino del vínculo que nos conecta.
Somos, en esencia, seres relacionales: existimos a través del otro, nos comprendemos en el espejo de quienes nos rodean.

La naturaleza no actúa en soledad. Coopera, entrelaza, equilibra.
¿Por qué nosotros habríamos de vivir de otro modo?

El anhelo compartido, la pasión común, el deseo de ir más allá —todo eso es lo que nos humaniza.
Lo que nos une no es debilidad: es la forma más antigua y sabia de avanzar.

Ser humano es reconocer que no basta con ser uno.

Hay que ser con otros.

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